«Yo que, en los últimos 10 años, he sido chica de aerobic, step, spining y body pump… me gustaba combinar música con actividad física. Esta combinación me hizo sacar la pasión que había en mí y gracias a ello descubrí cuando tenía 20 años que nada tenía que ver la gimnasia del cole o del instituto, donde la «niña gordita» no fue capaz de confiar en sus capacidades físicas, con poder entender que el deporte es para todos y cada uno a su nivel puede desarrollar una actividad física y sentirse mejor no sólo físicamente sino también emocional y mentalmente.
Después de esos 10 años de clases colectivas en el gimnasio convencional, necesitaba otro cambio y empecé a practicar deporte al aire libre saliendo a correr o apuntándome a carreras populares. Sin embargo notaba que empezaba a perder la motivación, ya no sentía la satisfacción de los primeros años en las clases.
La vida una vez más me sorprendió y una serie de casualidades me llevaron a conocer CrossFit Tracius. En CrossFit he vuelto a tener esa sensación de esfuerzo total después de cada entreno que hace que te vayas a casa con ganas de volver una vez más. La gratificante satisfacción de haber llevado a mi cuerpo a mis cotas más altas de esfuerzo. Pero además me gustaría expresar que una de las cosas que más me ha aportado el CrossFit es la posibilidad de enfrentarme a mis propios miedos. Desconocía que aquella «niña asustada» seguía escondida a mis 33 años y en crossfit he vuelto a reencontrarme con ella una vez más. Cara a cara, mirándome a los ojos y sin música de fondo.
En los últimos años a través de la práctica de actividades exclusivamente aeróbicas y una dieta sana pero de escaso valor calórico y proteico, quise ser «pequeña», en ocasiones tan pequeña que deseaba desaparecer del planeta. Ahora en los últimos meses he incorporado trabajos de fuerza y he completado mi dieta de forma mucho más sana, equilibrada y nutritiva y he eliminado aquellos bloqueos internos que me tenían encogida y escondida detras de una imagen débil. El ejemplo de mis compañeros y compañeras de Tracius, conocer a grandes atletas y mejores personas me han llevado a querer incorporar un gran cambio en mi vida. He decidido que «quiero ser grande y fuerte». He decidido que quiero ser todo lo que puedo llegar a ser, en el sentido más amplio de la palabra, en el sentido más amplio de la vida.
Porque cada miedo que poco a poco y con mucha paciencia voy superando en Crossfit es un miedo más que supero en otra parcela de mi vida. Cada nueva progresión o mejora física en Crossfit se proyecta en adquirir un nuevo recurso para afrontar otro reto en mi vida personal o profesional. El efecto es exponencial y en cadena.
Me he dado cuenta que todos podemos construir la mejor versión de nosotros mismos. Y para ello se requiere preparar nuestro cuerpo y nuestra mente constantemente. En crossfit cada día es algo nuevo y nos enfrentamos a un nuevo reto. Desde fuera, incluso a mí misma, parecía un esfuerzo excesivo y quizás poco comprensible, sin embargo puedo decir que todo lo que reporta son beneficios. Hay personas que prefieren actividades más serenas, y lo respeto, sin embargo a mí lo que siempre me ha ayudado a cargar las pilas es precisamente una actividad de alta intensidad. Yo medito en movimiento.
Animo a todo el mundo a probarlo y a querer sacar lo mejor de sí mismos, porque además cuando somos todo lo «grandes» que podemos llegar a ser contagiamos a los demás para que también quieran serlo.
Eternamente agradecida a CrossFit Tracius.