Daniel M.

WOD – Jueves 27.09.2012
27 septiembre, 2012
WOD – Viernes 28.09.2012
28 septiembre, 2012

Me llamo Daniel (Mingo en el Box) y acabo de llegar a redonda cifra de la treintena.

Desde pequeño siempre me ha gustado el deporte y estos últimos años una de las actividades a las que más tiempo he dedicado ha sido al atletismo. Tras correr varios maratones con sus respectivos entrenamientos, mi rodilla derecha se fue desgastando hasta sufrir la habitual lesión derivada de este tipo de ejercicios: la condromalacia rotuliana.

Después de visitar con cierta frecuencia a traumatologos para que me recomendaran pastillas de cartílago de tiburón y comedir muchos ejercicios que requerían rápidos cambios de sentido y torsión en la rodilla, como futbol o tenis, empecé a mirar en internet qué habían hecho otros atletas para mitigar este dolor. No podía ser que una lesión tan común no tuviese solución. Recorrí foros de atletismo y páginas médicas relacionadas con este tema y la mayoría de la gente recomendaba fortalecer la zona para que la rótula no sufriese mucho. ¿Qué podía hacer para que al echar un tenis un fin de semana la rodilla no me recordase el partido hasta el martes siguiente?

En verano de 2011, volviendo de Denia a principios de septiembre con unos amigos, les comenté mi situación y mi disyuntiva de qué hacer. Estaba harto de dolores, pero apuntarme a un gimnasio o a clases de body pump/combat me parecía aburrido a la par que inseguro, ya que no sabía muy bien qué ejercicios hacer y si iba a obtener el resultado deseado o por el contrario me iba a terminar de romper. Estos amigos me comentaron que antes de verano habían empezado con una actividad muy completa llamada Crossfit y, tras darme la paliza durante todo el viaje, enseñarme la web y el tipo de ejercicios que hacían me decidí ir a probar. Reconozco que el tema de sentadillas, cargadas con peso y cosas del estilo me ponían la piel de gallina, cualquiera de esos ejercicios me hacían ver las estrellas. Aun así, me armé de valor y el lunes siguiente me planté allí con ellos.

Cuando llegué al box me sorprendió. Una sala en un polígono del Alcorcón, sin espejos, sin máquinas de musculatura… ¿qué demonios es este sitio? La clase empezó con saltar a un cajón de 60 cm de alto con las piernas juntas e ir incrementando la altura. Fácil. He recorrido muuuchos kilómetros en mi vida y de piernas andaba bien.

Llegó lo bueno, el ejercicio que no creo que se me olvide en la vida.
Por equipos:
500 m carrera cargados con una bolsa de arena de 22kg a la espalda cada uno
30 kettleble swing
150 abdominales con un balón medicinal
500 m carrera cargados con una bolsa de arena de 22kg a la espalda cada uno

Matador no, lo siguiente. Tras despedirme de la gente, que desde un primer momento y sin conocerme me arropó como si llevase con ellos años, fui al coche con una pájara que no encontraba ni el resorte para abrir la puerta… y yo que pensaba que de forma estaba bien!

En esta ocasión la rodilla me recordó casi una semana la cafrada cometida. Como no me gusta echarme para atrás, me compré la mejor rodillera para condromalacias y me inscribí en el curso de iniciación:
. ¿Eso qué es?
. Una rodillera Fran, la mejor para condromalacias, 80 pavos!!
. Ni se te ocurra ponerte esto aquí
. Pero Fran, con el ejercicio del otro día acabé fatal
. Me da igual, te la pones jugando al futbol o al tenis, aquí nada
. Pero Fran!!!
. Que nooo!!

Él sabrá lo que hace, pensé, a una mala me desapunto.

Ha pasado más de un año desde aquella conversación y tras unos duros meses iniciales, gracias a los ejercicios funcionales y con peso como la halterofilia, el cuádriceps se ha fortalecido bastante y la rodilla está como hace 10 años. Tengo mejor movilidad, mucha más fuerza y mucha más potencia. Ahora puedo jugar en el mismo día un partido de tenis y otro de futbol y no resentirme de nada. Aquel monitor que me prohibió ponerme la rodillera sabía sobradamente lo que se hacía.

¿Se trata de un deporte milagro? La verdad es que no. Hay que sufrirlo, sudarlo y dar lo mejor de uno para que lleguen los resultados. No quiero engañar a nadie, hay ejercicios en los que con 20 minutos de actividad termino con peor cuerpo que con una maratón, pero es el precio que hay que pagar.

En el box hay compañeros con hernias, condromalacias, ligamentos hechos polvo… y todos hacemos los mismos ejercicios. En las primeras clases las caras de las nuevas incorporaciones son de excepticismo, pero tras un par de meses los resultados se comienzan a notar y empiezas a darte cuenta de lo acertada que ha sido la elección de comenzar tan sufrida actividad.

Parte de la culpa de esto la tienen los monitores del Box: Fran, Sara y Victor, expertos en la materia que están pendientes en todo momento de cada miembro de la clase, corrigiendo los movimientos y atentos de que se hagan bien los ejercicios. La otra parte de la culpa la tienen los compañeros de entreno, que, conocedores del esfuerzo que requiere cada ejercicio animan al resto y no dudan en mostrar su apoyo en todo momento, convirtiendo la clase en un entorno familiar donde prima el buen rollo y el compañerismo.

La conclusión que he sacado tras analizar este año de crossfit es que sin duda ha sido una de las mejores elecciones deportivas que he podido hacer. Espero que se anime más gente porque merece la pena, eso si, tened cuidado que engancha!

Un saludo,
Daniel

Francisco J. Rodríguez
Francisco J. Rodríguez
Licenciado en Ciencias de la actividad física y deportes. CSCS. Master en Nutrición y Dietética: Especialidad en Obesidad y Trastornos de la conducta alimentaria. Diplomado en Magisterio: Educación Física. Técnico en Actividades Físicas y Animación Deportiva Head Coach & Co-founder in Tracius Weightlifting & Fitness

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